miércoles, 23 de septiembre de 2015

Oro , la tragedia sin fin de la Argentina

Estimados amigos, les envío, junto a estos pensamientos, un extracto del libro de Quimica Orgánica de Morrison & Boyd 5ta edición que es un texto clásico que usamos en la carrera de Ingeniería Industrial. Seguramente los colegas de Ciencias Médicas podrá argumentar y defender más científicamente que quién suscribe estas afirmaciones, pero si de algo estoy seguro es que la exposición al cianuro de procesos industriales, sin importar cuán bajas sea la dosis, jamás será cosa buena. Particularmente no me animaría a tomar un vaso de agua en estas condiciones. Quiero señalar que esta es una opinión personal y no querría comprometer en modo alguna a la Universidad Nacional de Cuyo, ni a mi Facultad (que es donde trabajo) por los textos que estoy exponiendo ni por las opiniones que he veierto. Según el EPA (Agencia del Medioambiente de EEUU) el cianuro es un compuesto orgánico que es parte de las reacciones que los seres vivos hacen para desarrollarse, multiplicarse y prosperar en nuestro planeta. De hecho las almendras, la madioca y muchas cosas que comemos tienen cianuro. La vitamina B12 lo tiene, pero casi siempre están como grupo “ciano” lo que deja a esta molécula muy poco expuesta (agrego yo con, con pocas probabilidades de reaccionar enérgicamente con otras sustancias). Ahora bien los compuesto de cianuros tales como el ácido cianídrico (o cianuro de hidrógeno) que casi siempre ingresa al cuerpo por vía gaseosa por respiración o líquido (ácido disuelto en agua) que ingresa por la piel o por la ingesta del agua contaminada no son resultado de actividades naturales, sino más bién de procesos en los que los ingenieros químicos e industriales tenemos una responsabilidad que no es menor. Otras formas como el cianuro en estado sólido , tales como las sales de cianuro obtenidas del respectivo ácido y que casi siempre son cianuros de sódio y potasio; tienen una apariencia semejante a la sal de mesa y el cuerpo humano intenta metabolizarlos como si fuesen el sodio o el potasio, pero esto libera al grupo “ciano” dentro del cuerpo. Este grupo está compuesto de productos que las células habitualmente usan para sus procesos vitales (ciano tiene Carbono Nitrógeno e Hidrógeno) , pero tan pronto este producto traspasa la pared celular provoca la muerte instantánea de las celular. Mientras la muerte celular es causada por la fuerte captura que el cianuro tiene la enorme capacidad de tomar el hierro de la hemoglobina, la muerte por intoxicación con cianuros casi siempre afecta en primer lugar al cerebro, luego en menor grado al grupo pulmonar cardíaco y en este segundo caso es más probable la falla cardíaca que la rotura masiva de alvéolos pulmonares con hemorragia masiva. En los accidentes en los laboratorios he podido observar como con dosis muy pequeñas las sales de cianuro provocan cicatrices muy marcadas, que entiendo que son signos de la rápida generación de quelatos y queloides del cuerpo para tratar de mitigar la lesión que sufre. Se han visto muertes muy rápidas por intoxicación con cianuro, como el los tristes casos de Cromagnon y otra disco que se incendio en Brasil hace unos años atrás. Muchas de las personas que salieron fuera del local en donde la incineración de plásticos generó humo con cianuro, hasta maifestaron estár en perfectas condiciones, sin quemaduras ni golpes. Pero antes de que pasaran diez minutos quienes habían respirado este gas padecían una muerte súbita. Según el libro citado este párrafo señala ejemplos de lo que he expuesto. La exposición a cantidades pequeñas de cianuro puede ser fatal. La gravedad de los efectos depende en parte de la forma de cianuro, por ejemplo cianuro de hidrógeno gaseoso o sales de cianuro. La exposición a niveles altos de cianuro durante un período breve daña el cerebro y el corazón y puede producir coma y la muerte. El cianuro produce efectos tóxicos a niveles de 0.05 miligramos de cianuro por decilitro de sangre (mg/dL) o mayores, y casos fatales han ocurrido a niveles de 0.3 mg/dL o mayores (1 decilitro es la décima parte de 1 litro ó 100 mililitros). Algunas personas que respiraron 546 ppm de cianuro de hidrógeno murieron después de 10 minutos de exposición y 110 ppm puso en peligro la vida después de 1 hora de exposición. Las personas que ingieren pequeñas cantidades de compuestos de cianuro en un tiempo breve pueden morir a menos que reciban tratamiento médico rápidamente. También es cierto – y esto ya no es cita de la bibliografía de ingeniería – que le cianuro se utilizó como medicamento en dosis muy pequeñas para tratamiento de enfermedades. Así hasta antes de la aparición de los antibióticos existían tratamientos para la sífilis cuyo medicamento era el calomel, timol y cianuro de zinc. Ciertamente deberíamos preguntarles a los médicos más memoriosos quien era más resistente a la droga, si el treponema pallidum o el cuerpo del paciente. En este triste episodio aún nos quedan muchas respuestas por encontrar. ¿Qúé daños futuros podemos esperar de este derrame?. Para encontrar la concentración de ciuanuro “tan baja” que se ha detectado en el río Jachal y pensando en el caudal que trae, deberíamos preguntarnos cuanto tiempo se estuvo escurriendo la solución de cianuro. Mis coetáneos sabrán recordar que tres naranjas israelíes a las que unos terroristas inyectaron mercurio en un mercadito de Alemania provocaron que durante años el mundo no quisiese comprar naranjas producidas en ese país. ¿Cómo haremos para explicarles a nuestros clientes de comercio exterior que las pasas sanjuaninas, el aceite de oliva, e incluso de vino no se riega con agua del río Jachal?. Podría esta paranoia extenderse al resto de los productos de zona andina deArgentina?. La Unión Europea y los EEUU han cambiado sus umbrales de aceptación de concentración de arsénico a valores que antes se medían en ppm (parte por millón) a niveles de ppb (parte por billón). ¿Que “peros” nos podremos encontrar en los próximos análisis que les impongan a los productos de nuestras queridas economías regionales? Estas son preguntas a las que todos estamos llamados a buscar respuestas.